CONDICIONAMIENTO DE ESCAPE Y DE EVITACIÓN 


CONDICIONAMIENTO DE ESCAPE

El principio de condicionamiento de escape establece que existen determinados estímulos cuya desaparición inmediatamente después de la ocurrencia de una respuesta incrementará la probabilidad de esa respuesta. 

El condicionamiento de escape se parece al castigo porque ambos implican un estímulo aversivo o castigo, pero difieren en el procedimiento en términos, tanto de los antecedentes, como de las consecuencias de la conducta. En relación con los antecedentes, en el condicionamiento de escape, el estímulo aversivo debe presentarse antes de la respuesta de escape, mientras que el estímulo aversivo no está presente antes de la respuesta que se castiga. En relación a las consecuencias, en el condicionamiento de escape el estímulo aversivo se elimina inmediatamente después de la respuesta, mientas que en el castigo, el estímulo aversivo se presenta inmediatamente después de la respuesta. En términos de resultados, con el procedimiento del castigo la probabilidad de la respuesta objetivo decrece, mientras que en el procedimiento de condicionamiento de escapa, la probabilidad de la respuesta objetivo se incrementa.

Otro término para denominar el condicionamiento de escape sería reforzamiento negativo. El reforzamiento indica que es análogo al reforzamiento positivo, ya que en que ambos casos se fortalecen respuestas. El término negativo indica que el efecto de fortalecimiento ocurre porque la respuesta lleva a la eliminación de un estímulo aversivo.

El condicionamiento de escape es habitual en la vida cotidiana. En presencia de un destello brillante, hemos aprendido a escapar de la intensidad de esa luz cerrando los ojos o frunciendo el ceño.




CONDICIONAMIENTO DE EVITACIÓN

El condicionamiento de escape tiene la desventaja de que el estímulo aversivo debe estar presente para que ocurra la respuesta deseada.

El principio de  condicionamiento de evitación establece que la frecuencia de una conducta aumentará si previene la ocurrencia de un estímulo aversivo.

Los teóricos de la conducta han debatido acerca de la explicación teórica de la respuesta de evitación. El aumento de las respuestas reforzadas positivamente y de las respuestas de evitación. El aumento de las respuestas reforzadas positivamente y de las respuestas de escape, y la reducción de las respuestas castigadas, se explican por las consecuencias inmediatas del estímulo. No obstante, la consecuencia de una respuesta de evitación es que el estímulo no ocurra ¿Que no ocurra algo puede generar la conducta? Debido a que los teóricos no les suelen gustar estas paradojas, han reformulado la pregunta de la siguiente manera: ¿existen consecuencias inmediatas de los estímulos que pasen desapercibidas para los observadores, pero que no obstante mantengan respuestas de evitación?

Existen varias explicaciones alternativas posibles. Una posibilidad en el condicionamiento de evitación es que la respuesta de evitación se fortalezca porque acaba inmediatamente con el estímulo de advertencia.

NORMAS PARA LA APLICACIÓN EFECTIVA DEL CONDICIONAMIENTO DE ESCAPA Y DE EVITACIÓN

  • Si es posible elegir entre mantener una conducta mediante procedimientos de escape o de evitación, es preferible la segunda opción por dos razones. Primero, en el condicionamiento de escape el estímulo aversivo de apoyo debe estar presente antes de la respuesta objetivo, mientras que en el condicionamiento de evitación, el estímulo aversivo de apoyo solo se aplica cuando la respuesta final no ocurre. Segundo, en el condicionamiento de escape la respuesta final no ocurre cuando el estímulo aversivo de apoyo no está presente, mientras que en el condicionamiento de evitación la respuesta decrece muy despacio cuando el estímulo aversivo de apoyo no va a volver a aparecer.
  • La conducta objetivo debería establecerse mediante condicionamiento de escape antes de incluirla en un procedimiento de evitación.
  • Durante el condicionamiento de evitación, conviene que un estímulo de advertencia señale la aparición inminente del estímulo aversivo. 
  • El condicionamiento de escape y de evitación, como el castigo, han de usarse con cautela porque implican estímulos aversivos que conllevan efectos secundarios  nocivos como agresión, miedo y tendencia a evitar o a escapar de cualquier persona o circunstancia asociada con el procedimiento.
  • Es aconsejable emplear conjuntamente el reforzamiento positivo del objetivo con el condicionamiento de escape y de evitación, no sólo porque ayudará a fortalecer la conducta deseada, sino porque tenderá a contrarrestar los efectos secundarios disfuncionales.
  • Como en todos los procedimientos descritos en este texto, la persona afectada debiera conocer, para su mejor comprensión, algo acerca de la contingencias que están funcionando. Sin embargo, de nuevo otra vez, al igual que sucede en todos los procedimientos que venimos comentando, no son necesarias las instrucciones para que el condicionamiento de escape y de evitación funcionen.

Comentarios

Entradas populares de este blog