APROVECHAR EL CONTROL DEL ESTÍMULO EXISTENTE: MODELADO, GUÍA FÍSICA E INDUCCIÓN SITUACIONAL



MOTIVACIÓN Y MODIFICACIÓN DE CONDUCTA


EVALUACIÓN CONDUCTUAL: Consideraciones Iniciales


EVALUACIÓN CONDUCTUAL DIRECTA: ¿Qué registrar? y ¿Cómo hacerlo?






EVALUACIÓN FUNCIONAL DE LAS CAUSAS DE LA CONDUCTA PROBLEMÁTICA





LA INVESTIGACIÓN EN MODIFICACIÓN DE CONDUCTA




PLANIFICAR, APLICAR Y EVALUAR UN PROGRAMA DE TRATAMIENTO




ECONOMÍA DE FICHAS


AYUDAR A QUE LAS PERSONAS DESARROLLEN AUTO-CONTROL


MODIFICACIÓN DE CONDUCTA COGNITIVA


ÁREAS DE APLICACIÓN CLÍNICA DE LA TERAPIA DE CONDUCTA


ASPECTOS ÉTICOS

Siempre es aconsejable la cautela frente a los avances de la ciencia o la tecnología, y de hecho, es probable que la civilización corriera menos peligro si se hubieran tomado más precauciones cuando comenzó a desarrollarse. Sin embargo, la solución a los problemas actuales que generan los avances científicos y tecnológicos no es el regreso a un periodo pre-científico más seguro. El problema no radica en la ciencia y la tecnología, que no son sino instrumentos complejos desarrollados por los seres humanos para solucionar problemas, sino en quienes abusan de esas herramientas. Finalmente, nos centraremos en la cuestión de cómo imponer medidas preventivas que garanticen que la modificación de conducta se utiliza en beneficio de la humanidad.

UNA VISIÓN CONDUCTISTA DE LA ÉTICA

Desde un punto de vista comportamental, el término ética hace referencia a las normas de conducta que se desarrollan en una cultura y que favorecen su supervivencia.

La ética ha evolucionado como parte de la cultura, mediante los mismos mecanismos que lo ha hecho la estructura del cuerpo. Es decir, la ética ha contribuido a la supervivencia cultural, al igual que los dedos y el pulgar oponente han contribuido a la supervivencia de la especie. Lo cual no implica que las personas no formulen deliberadamente normas éticas para sus grupos; al contrario, parte de la evolución cultural consiste en que sus integrantes las formulen, ya que están condicionados a trabajar en favor de la supervivencia de su cultura. 

Un mecanismo de supervivencia del grupo consiste en enunciar y hacer respetar un código ético que fortalezca su cohesión, mediante recompensas y castigos.

Cuando los reforzadores inmediatos influyen en las personas para que se comporten de manera que generen castigos, frecuentemente diferidos, para los miembros de una cultura, las pautas éticas se convierten en una fuente importante de control comportamental.

Desde esta perspectiva comportamental de la ética, vamos a examinar ahora si los profesionales deben intentar alterar deliberadamente el comportamiento de los demás.

ARGUMENTOS CONTRARIOS AL CONTROL DELIBERADO DE LA CONDUCTA

Debido a nuestro conocimiento sobre el abuso de poder a lo largo de la historia y a nuestras experiencias personales con quienes abusan de su posición, hemos aprendido a reaccionar negativamente ante cualquier intento obvio de controlar nuestras acciones.

Muchos profesionales clínicos no quieren creer que están controlando la conducta y prefieren verse como asistentes que ayudan a los clientes a controlar su propia conducta, porque en último término, se enseña a ejecutar una actividad que de algún modo controla otras acciones.

Un sector de la sociedad admite que los terapeutas participan necesariamente en el control de la conducta, pero al mismo tiempo, argumenta que es inmoral planificar cambios deliberados de comportamiento.

Si muy bien a menudo es necesario cambiar, organizar, influir o controlar en cualquier sentido el comportamiento, también hay que garantizar que se lleva a cabo éticamente.


DIRECTRICES ÉTICAS

Es importante disponer de un conjunto de pautas que especifiquen la aplicaciones éticas de la modificación de conducta; sin embargo, el compromiso de tratar a grupos e individuos éticamente no es garantía suficiente de que vaya a cumplirse fehacientemente. Hay que disponer unas contingencias de refuerzo moralmente aceptables y la mejor manera de hacerlo es a través de autocontrol

Aspectos éticos en la presentación de servicios a personas

  • ¿Se han considerado adecuadamente los objetivos del tratamiento?
  • ¿Se ha considerado adecuadamente la selección de los métodos del tratamiento?
  • ¿Participan los clientes voluntariamente?
  • Cuando otra persona o institución tiene la potestad para organizar el tratamiento del cliente: ¿Se han valorado suficientemente los intereses de la persona implicada?
  • ¿Se ha evaluado la adecuación del procedimiento terapéutico?
  • ¿Se ha protegido la confidencialidad de la relación terapéutica?
  • Remite el terapeuta a los clientes a otros expertos si es necesario?
  • Están cualificados los terapeutas para aplicar el tratamiento?


CONCLUSIONES

La modificación de conducta cuenta con un gran potencial de aplicación positiva para la sociedad y podría incluso emplearse para eliminar uno de los rasgos que ha caracterizado a todos los grupos desde el comienzo de la historia: la opresión a la que algunos seres humanos han sometido a otros.

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